El baile nos hace felices.
Danzamos todos los días. El tráfico, la rutina, el hacer, no hacer y el ser nos envuelve el día a día. Todo está coreografiado. La mayor parte del tiempo no está ensayado y terminamos improvisando muchas veces de manera gloriosa, otra tantas algo desastrosa pero hasta en el día más lento y pasivo nuestro cuerpo sigue en constante lucha y movimiento por mantenernos vivos.
El cuerpo, maquinaria perfectamente diseñada para realizarnos y movernos, olvidamos lo perfecta que es y la alimentamos muchas veces de forma no adecuada, nos olvidamos de ella pero ella nunca de nosotros, sigue ahi manteniendonos vivos, luchando contra enfermedades, privándola del sueño, estresándola y hasta hacerla pasar por resacas.
Darle un tiempo a tu cuerpo y a ti mismo es indispensable para está experiencia llamada vida. El estrés, el cansancio y la mala alimentación están a la orden del día. Y es justo poder cuidar de forma adecuada a tan sublime instrumento como lo es el cuerpo. Nuestro fiel compañero desde nuestra propia creación hasta nuestra muerte.
Sin importar experiencia, raza, ocupación, edad, religión, complexión y demás todos necesitamos de ese tiempo para dedicarselo a él ya sea bailando, haciendo ejercicio, yoga, pilates, paracaidismo, escalar, lo que sea que nos recuerde lo perfecto que es, activémonos y cuidemos de él como él cuida de nosotros. Let’s move!
A.M
